martes, 19 de octubre de 2010

Día 15 Torres del Paine Chile

El día comienza temprano, como siempre. Nos espera un largo camino hasta la frontera de Chile, y un poco mas hasta llegar al Parque Nacional de las Torres del Paine.

La duración del viaje es de unas cinco horas aproximadamente de ida y otras más de vuelta. El camino hacia allí es como diríamos aquí …un camino de cabras!  acompañado de un paisaje totalmente estepario, es decir una infinita nada.

La primera parada se hace en una “gasolinera” en medio de la estepa, no hay que pensar en una gasolinera de aquí, si no en un surtidor en medio del “desierto” con los únicos lavabos hasta Chile, imaginar… como decía el guía “esté como esté es lo único que hay hasta la frontera chicos!”

Llegamos a los trámites burocráticos: salida de Argentina. Tenemos suerte y no encontramos ningún ómnibus esperando ( el guía comenta que hay veces en que pueden estar esperando mas de hora y media para poder salir del país). En siete kilómetros aproximadamente encontramos la frontera de Chile y aquí nuevamente se hacen los trámites para la entrada. Se le ha de incluir el registro del equipaje porque no te dejan ingresar en el país nada de fruta ni fiambre ( si encuentran algo; sanción).

La comida obviamente no la puedes traer, si vas con el guía ya está todo mas que contemplado y en Chile te dan las famosas “viandas” pero mucho mas malas que las que puedes comprar tu en El Calafate (es lo que hay).

Normalmente se hace una parada en el bar que está justo al lado de la frontera, “El ovejero”, donde se puede comer algo y comprar algún souvenir (todo a precio mas que europeo!!).

Al fin llegamos al Parque Nacional Torres del Paine. El paisaje es fantástico. Una gran cordillera nos da la bienvenida. Ya se pueden ver manadas de guanacos y podemos parar para tomarles fotos, no se asustan, así que podemos hacer fotos de muy cerca. Es fantástico.



Seguimos nuestro trayecto y el guía nos va explicando las características del lugar y las posibles rutas que se pueden hacer en trekking.
Lo ideal es pernoctar allí un par de noches para poder disfrutar del contacto con la naturaleza. El clima es duro, hace frío y el aire es brutal, como dicen ellos es “el aire de mierda” o “el innombrable”. Tienen razón el aire te lleva y te hiela!

Después de ver varios puntos del parque como el Lago amargo, la Cascada del río Paine, y las Torres del Paine a lo lejos, iniciamos un trekking de unas dos horas, desde donde tenemos una panorámica de las torres del Paine fantástica. Su nombre Paine quiere decir azul, viene dado porque su roca es magmática y tiene unos tonos azulados.



Si nos fijamos bien en los Cuernos del Diablo podremos ver dos partes bien diferenciadas, una la mas clara es la magmática y la otra, la roca que surgió del movimiento.



Las vistas son maravillosas! Las montañas nevadas, los lagos, los glaciares que se ven a lo lejos en la cordillera…. La Patagonia no deja de maravillarnos.



El trekking fue fantástico. Nos lamentamos no haber tomado un día mas en este parque para poder hacer el trekking que te lleva a las faldas de las torres. El guía comenta que son unas cinco horas ida. Lo ideal, si gusta el trekking es planificar algunos por allí.




El camino de vuelta lo hacemos por la conocida ruta 40.



El regreso al Calafate se hace un poco pesado, son cinco horas de autobús en camino de piedra y tierra, pero… la Patagonia nos reservaba una sorpresa en el camino, un maravilloso atardecer, el mas rojizo e impresionante que he visto en mi vida!! Que regalo para los sentidos. Que pena que las fotos no puedan transmitir los colores con su esplendor.




Ha valido la pena, pero si volvemos no dudaremos en quedarnos algunos días para poder disfrutar de este gran parque nacional.


Día 16 Calafate-Bariloche
Hoy es día de vuelo, son estos días tontos del viaje que dependiendo de los horarios no puedes hacer ninguna excursión pero tienes algunas horas muertas.
Decidimos levantarnos lo mas tarde posible e ir a visitar los alrededores del Calafate, concretamente el Lago Argentino y la Laguna redonda, donde se pueden ver algunos flamencos y gaviotas.

Como no el vuelo vuelve a venir con un par de horas de retraso! Al menos hoy lo sabemos con anticipación y podemos comer algo decente en el hotel

Llegamos a Bariloche bien entrada la tarde, lo justo para llegar al hotel Design Suites, un buen hotel pero a 2,5 kilómetros del centro.

Este mismo día descubrimos un fantástico Bar, el Jacky After office, que os recomendamos fervientemente: buena música, buena cerveza, buena comida, y buen ambiente. El camarero que nos atendió, Pedro era encantador.

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