El día nuevamente comienza temprano. Nos dirigimos al Parque Nacional de los Glaciares a coger la embarcación que nos lleva a ver todos los glaciares del brazo norte. Parece que será un día largo, ya que se embarca a las 8:30 y se regresa a las 17:30 aprox.
La embarcación es muy cómoda, no cuenta con servicio de comida, sólo sirven bebidas así que para comer también llevamos las famosas “viandas”, hoy mejores, son del restaurante vegetariano de ayer.
La navegación se inicia por el brazo norte del lago Argentino. Aunque ayer ya vimos el glaciar Perito Moreno estamos igualmente emocionados. Se inicia la navegación y al poco tiempo ya podemos ver témpanos inmensos. La vista es fantástica. Hace frío fuera de la embarcación pero da igual, la vista vale la pena. Si te dejas llevar por la imaginación parece que estés yendo a la Antártida !
Poco a poco vamos llegando al frontal del Glaciar Upsala pero que ocurre? Imposible de llegar, hay una gran cantidad de témpanos que impiden el paso a la navegación, nos tenemos que contentar con verlo de bien lejos. Al glaciar Onelli también es imposible de acceder.
Seguimos el trayecto hacia el glaciar Spegazzini, a este si llegamos!! Es impresionante. Es el glaciar que tiene las paredes mas altas de todos! La embarcación nos lleva lo mas cerca posible del frontal, las vistas nuevamente son fantásticas, te quedas sin aliento (y no sólo por el frío). Realmente ya pensamos que la navegación ha valido la pena aunque sean tantas horas.
Después nos dirigimos a ver el tan famoso y renombrado glaciar Perito Moreno. Hoy podemos ver el lado norte (que ya pudimos ver el día anterior desde las pasarelas), sigue siendo impresionante. Su magnitud nuevamente nos deja sin habla. Por suerte podemos ver algunos desprendimientos, aunque menores el sonido es atronador, el silencio en la embarcación es total, todo el mundo está atento. Sólo se puede escuchar de fondo una horrenda música pop de la embarcación que le quita todo el encanto al momento. Intento no escucharla. Es extraordinario poder observarlo, pienso en la suerte que tenemos en ese momento.
Poco a poco la gente va entrando dentro de la embarcación, el frío apremia, nosotros nos quedamos fuera para despedirnos poco a poco de estas maravillosas vistas y emociones.
Llegamos a puerto aproximadamente a las 18:00, cansados pero muy satisfechos por las experiencias vividas. Realmente el Parque Nacional de los Glaciares enamora.
Que mejor fin de día que darnos un baño en la piscina climatizada del hotel con vistas al Lago Argentino, este hotel es fantástico! Je,je.
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