Comienza el día para no variar temprano. Nos dirigimos a Punta Tombo a ver a los pingüinos de Magallanes.
El trayecto es largo, hay aproximadamente unos 120 kilómetros entre Puerto Madryn y Punta Tombo.
Al fin llegamos a la pingüinera. Es sorprendente. Se congregan allí cientos y cientos de pingüinos que vienen a aparearse y a poner sus huevos. Los machos se adelantan a las hembras para preparar la “casa”, tener el nido listo y a punto para procrear y poner sus huevos.
Durante todo el camino marcado vas viendo a un lado y al otro los pingüinos, incluso hay algunos en medio del sendero a los que has de dejar paso, ellos son los que tienen prioridad en esta reserva.
El paisaje es sorprendente; estepa árida, pingüinos aquí y allá con guanacos y ovejas de lana merino. Al otro lado ves el mar, en el que también se avistan las ovejas y los pingüinos. No dejas de hacer fotos.
Durante la visita nos encontramos con un pingüino enfadado que intentó picarnos defendiendo su zona! Estaba realmente hasta las narices de visitas!! Está bien nos vamos…
Luego fuimos a Gaiman, un pueblo Galés que está de camino hacia Puerto Madryn. Destaca de este pueblo los esfuerzos hechos por aflorar algo de vegetación, Llama la atención que después de mucho paisaje estepario ves a lo lejos una línea de álamos justo al lado del río Chubut.
Aquí puedes tomar el té en las típicas casas de té de la zona y comer la tarta negra típica de allí. Nosotros preferimos acercarnos a un restaurante a tomar vino (de la tierra como no! Postales del fin del mundo, por cierto muy bueno) y algo de pasta casera. Luego por los comentarios del resto del grupo fue la mejor elección.
Hola, quisiera saber si autorizas a que utilice la foto de guanacos y pingüinos en una presentación de ecosistema. Saludos
ResponderEliminarAna Pérez Bruno